¿Te la pasás con nervios por no lograr efectividad en tu equipo? ¿Pasás tiempo sin dormir pensando en cómo liderar e impulsar el trabajo en equipo en tu organización?

Liderar un equipo suena inspirador en los papeles. Pero en la práctica, muchas veces se vuelve un desafío diario: reuniones sin foco, diferencias entre áreas, falta de compromiso o simplemente la sensación de que todos tiran para lados distintos.

Gestionar un equipo de trabajo y llevarlo al siguiente nivel requiere un abordaje integral desde el liderazgo y el trabajo en equipo. Implica conectar, comunicar, alinear objetivos, motivar y sostener a las personas en contextos complejos.

Si alguna vez sentiste que estás empujando el trabajo en equipo sin lograr que fluya… este artículo es para vos.

     

    ¿Qué es la gestión de equipos?

    La gestión de equipos implica organizar y coordinar a los miembros de un equipo para ejecutar tareas con un objetivo común, utilizando herramientas, técnicas, conocimientos y procesos específicos. Además de dirigir y coordinar, implica promover el máximo rendimiento sin descuidar el aspecto humano.

    La gestión de equipos incluye también inculcar los valores y cultura de la empresa, organización o entidad al cual pertenece dicho equipo. De esta manera, se alinea el criterio y el enfoque de trabajo.

    Beneficios de una correcta gestión de equipos para la empresa:

    – Aumento directo en la productividad de los trabajadores.

    – Estimulación de la colaboración y el trabajo en equipo.

    – Refuerzo de la motivación de los empleados a través del reconocimiento y la escucha activa.

    – Mejora en la comunicación entre los miembros del equipo, independientemente de su rango o departamento.

    – Mejora del clima laboral.

    – Fomento de la creatividad en los equipos, lo que hace que la empresa sea más innovadora y por lo tanto más competitiva, resiliente y flexible.

    Gestión de equipos vs formación de equipos:

    Si bien no es lo mismo, la gestión de equipos incluye la formación de equipos y viceversa. La formación de equipos busca fomentar la colaboración, la camaradería y la confianza entre los miembros. A través de actividades efectivas, se mejora la habilidad para trabajar en equipo a largo plazo. Por otro lado, la gestión de equipos se centra en organizar y dirigir las tareas de los miembros para alcanzar objetivos comunes.

    Quizá el equipo ya estaba formado y te toca gestionarlo, asegurándote de que las instancias de formación estén completas. Quizá te toca formar un equipo de cero y luego gestionarlo. De una o de otra forma, los puntos a atender están incluídos en el liderazgo.

    Puntos clave sobre cómo liderar equipos de trabajo:

    Desde ITSM Consulting creemos que el liderazgo efectivo no se basa en el control, sino en la confianza. Que no se trata de “tener respuestas para todo”, sino de crear las condiciones para que el equipo pueda avanzar con claridad, autonomía y propósito.

    A continuación, compartimos algunos pilares fundamentales que, desde nuestra experiencia, hacen la diferencia a la hora de gestionar equipos de manera más humana, consciente y sostenible en el tiempo.

    1. Actitud abierta y sin juicios: Liderar implica abrir espacio a la diversidad de ideas, trayectorias y formas de trabajar. Una actitud empática, sin prejuicios, permite que cada persona pueda sumar desde su singularidad, sentirse valorada y contribuir con lo que mejor sabe hacer. Un liderazgo que integra es un liderazgo que potencia.

    2. Comunicación clara, frecuente y humana: No alcanza con decir qué hay que hacer: también importa cómo se dice, con qué tono, y si se habilita la escucha. La comunicación efectiva conecta al equipo con los objetivos, evita malentendidos y construye vínculos de confianza.

    3. Autonomía con respaldo: Tomar decisiones difíciles forma parte de cualquier equipo. Pero para que eso ocurra, es necesario que el liderazgo promueva autonomía, acompañe sin controlar y esté disponible cuando el equipo lo necesite. La confianza no es ausencia de control.

    4. Decisión y liderazgo compartido: Liderar bien no es decidir todo en soledad. Es invitar a otros a construir las decisiones, compartir responsabilidades, promover el pensamiento crítico y valorar las distintas perspectivas dentro del equipo.

    5. Crecimiento profesional sostenido: Cuando las personas crecen, la empresa también lo hace. Brindar oportunidades de formación, proyección y movimiento dentro de la organización no solo motiva, sino que convierte al equipo en un activo vivo que se revaloriza todo el tiempo.

    Técnicas para gestionar e impulsar un equipo:

    Liderazgo: Un líder efectivo unifica los objetivos del equipo, motiva a sus miembros y fomenta la transparencia en la comunicación.

    Motivación: La motivación se logra mediante el reconocimiento y la recompensa por el trabajo y los esfuerzos de los empleados.

    Cohesión: El líder debe unir al equipo a través de reuniones periódicas que reconozcan los méritos individuales y colectivos, evitando la sensación de control.

    Dinámicas que favorecen el trabajo en equipo:

    – Realizar dinámicas de grupo para fomentar un buen clima entre los integrantes y promover la camaradería.

    – Incorporar actividades que permitan a los miembros conocerse mejor y expresarse con libertad, fortaleciendo así las relaciones dentro del equipo.

    En conclusión, un equipo bien gestionado, motivado, cohesionado y autónomo puede generar beneficios significativos para una organización, ya que “la unión hace la fuerza” en las tareas encomendadas.

    Si querés llevar a tu equipo al siguiente nivel y favorecer tu liderazgo, hacé clik acá y envianos tu consulta.